Teléfono, papeles, ordenador y los ojos, la paciencia y la sonrisa cada vez más apagada...
Tengo un contrato indefinido y un sueldo a final de mes. Para muchos de vosotros, dada la actual situación laboral tan precaria en la que vivimos, esto cumpliría con vuestras plegarias. Lo veo cada día, pues atiendo y recojo cada día decenas de curriculum de personas todo tipo, la mayoría de ellas más preparadas academicamente que yo y quiero empezar esta entrada aclarando que ante todo me siento una persona con suerte ya que acabé mis estudios en 2007, cuándo aún podías elegir dónde querías trabajar y desde entonces me he hecho un hueco en la empresa donde trabajo, gracias a mi esfuerzo y mi valía.
Después de este rollo, no toméis mis palabras a la ligera y mucho menos penséis que rozo la impertinencia y la frivolidad. En absoluto.
Trabajo de administrativa/ secretaria/ recepcionista en una constructora, trabajo sentadita, no paso frío y este blog lo llevo desde aquí, invierto 2 horas diarias en metro, y paso 12 horas fuera de casa. Hasta aquí todo perfecto, verdad?
No todo es, ni ha sido tan fácil, os lo aseguro, pero de todo se sale y a todo te acostumbras. Esa es la clave... te acostumbras? Yo no. No me acostumbro a lo injusto, a obedecer sin rechistar, a los despotas de traje y corbata, las hijas de puta que se tocan el coño a tu costa, los pelotas calientasillas y ver la vida pasar con este asco y ni fú ni fá! No, no me acostumbro. Ojala pudiera, sería mucho más feliz.
Lo cómodo sería aguantar y seguir pensando que vale más el dinero que todos mis sueños. Os hablo de un pequeño y bonito negocio de barrio....Trabajar a todas horas, no desconectar nunca, no tener un sueldo fijo, la incertidumbre de que salga mal, la competencia, los clientes de última hora, llevar y recoger a tus hijos al cole, criarlos en la trastienda, hacer algo con orgullo... Eso es lo que quiero, trabajar y trabajar pero aquí no.
Ala! Me bajo a fumar!
No pido tanto, o si? Odiáis vuestro trabajo? Contadme vuestras metas!
Nos leemos!!
¡Cómo se parece tu sueño al mío! Pero desafortunadamente hay que pagar letras y facturas a fin de mes y, sobre todo, alimentar a nuestros polluelos. ¿Quién sabe? Quizás algún día...
ResponderEliminarQué alegría verte por aquí Débora!! Se acerca la hora de tener mis propios polluelos y esa sensación de cuenta atrás aún me anima más a decir se acabó e ir en busca de aventuras, con la seriedad y la valentía que requiere construir tu vida...
ResponderEliminarPuse en google "odio mi trabajo, como aprender a desconectar" y me apareció tu blog. Sé que es estar asqueada en un trabajo, resumo mi caso. Soy ingeniera, trabajé como ingeniero de proyectos de obra civil durante 7 años, hasta diciembre del 2011 para ser más exactos, me saqué la ingeniería a la vez que trabajaba claro. Y.... Sí, doy fe, la crisis ha hecho mella en muchos sectores, actualmente estoy de teleoperadora, ganando 800€ al mes, trabajando festivos, fines de semana, aguantando insultos de los clientes a diario, mis superiores tienen la egb y date con un canto en los dientes, si t quejas, la peña te dice que "por lo menos tienes trabajo" "dame tu cv a ver lo q aguantarías tú". Ojalá, al menos, aprendiera a desconectar.
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